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Los peligros para la salud de una dieta excesiva en proteínas

Peligros de las dietas hiperproteicas

En los últimos años, las dietas ricas en proteínas se han vuelto extremadamente populares, especialmente entre quienes buscan perder peso o ganar masa muscular.

Sin embargo, el consumo excesivo de proteínas puede tener efectos negativos en la salud si se mantiene durante periodos prolongados.

En este artículo, revisamos la evidencia científica actual sobre los riesgos asociados a una dieta desbalanceada por exceso de proteínas.

¿Cuántas proteínas son demasiadas?

La ingesta diaria recomendada de proteínas para un adulto saludable es de aproximadamente 0,8 gramos por kilo de peso corporal según las teorías clásicas, aunque en los últimos años se habla de una idoneidad en torno al 1,3-1,5 gramos por kilo de peso y día.

No obstante, muchas dietas hiperproteicas superan ampliamente esta cantidad, llegando incluso a los 2 o 3 gramos por kilo de peso al día. Aunque el organismo puede tolerar estos niveles en el corto plazo, su consumo prolongado podría conllevar riesgos.

Impacto en la función renal

Uno de los principales órganos afectados por el exceso de proteínas es el riñón. La literatura científica indica que una alta carga proteica aumenta la filtración glomerular y puede forzar a los riñones a trabajar más intensamente.

En personas con patologías renales preexistentes, esto puede acelerar la progresión de la enfermedad.

Aunque en individuos sanos no se ha demostrado un daño renal directo a corto plazo, los expertos recomiendan precaución y seguimiento clínico si se mantiene una dieta alta en proteínas por largo tiempo.

Riesgos para la salud ósea

Otro de los mitos comunes es que las dietas ricas en proteínas, especialmente de origen animal, acidifican el organismo y aumentan la excreción de calcio, lo que podría perjudicar la salud ósea.

Aunque esta hipótesis ha sido debatida, algunos estudios han encontrado una asociación entre una alta ingesta proteica y mayor pérdida de masa ósea, especialmente si no se acompaña de una ingesta adecuada de calcio y otros micronutrientes esenciales.

Alteraciones metabólicas y digestivas

El consumo excesivo de proteínas puede desplazar otros macronutrientes clave, como los carbohidratos y las grasas saludables.

Esto puede provocar desequilibrios energéticos, fatiga y problemas digestivos como estreñimiento o malestar gastrointestinal, especialmente si la dieta es baja en fibra.

Además, una dieta desequilibrada puede alterar la microbiota intestinal, lo que podría tener repercusiones en la inmunidad y la salud mental.

Riesgo cardiovascular

Cuando las fuentes de proteínas provienen principalmente de carnes rojas y procesadas, el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta.

Estas fuentes suelen contener grasas saturadas y compuestos proinflamatorios que pueden elevar los niveles de colesterol LDL y promover la inflamación sistémica.

Por ello, se recomienda priorizar fuentes proteicas más saludables como legumbres, pescados azules, huevos y frutos secos.

Efectos sobre el hígado y otros órganos

El hígado también juega un papel clave en el metabolismo de las proteínas. Un exceso proteico puede sobrecargar sus funciones, especialmente en personas con hepatopatías.

Asimismo, una dieta muy alta en proteínas puede generar un exceso de residuos nitrogenados, lo que aumenta la carga metabólica general del organismo.

Conclusión

Si bien las proteínas son un macronutriente esencial y cumplen funciones vitales en el organismo, su consumo excesivo de forma crónica puede tener efectos adversos.

La clave está en el equilibrio: una dieta variada, que incluya proteínas de alta calidad en cantidades adecuadas, junto con frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, es la mejor estrategia para mantener una buena salud a largo plazo.

Como siempre, ante cualquier cambio drástico en la dieta, es recomendable consultar con un profesional de la salud o nutricionista especializado.

No obstante, los peligros se vinculan a dietas desbalanceadas y mantenidas en el tiempo y eso no significa que preparaciones altas en proteínas, como las que tenemos en Altum Foods, puedan ser un gran recurso para comer de manera saludable.